La Ventana

Tengo un sillón delante de una ventana.
Es una ventana redonda, de esas que se ponen en los desvanes. De hecho, estoy en un desván. El desván de la casa de mi madrastra. Una madrastra que me odia y que se empeña en hacerme la vida imposible todo lo que puede. Puedo ver como brillan sus ojos cuando lo hace y siento la sonrisa de suficiencia y superioridad que curva la comisura de sus labios en cuanto me da la espalda. Noto su satisfacción cuando su mano cruza mi cara, cuando me quema con la colilla del cigarro, cuando latiga mi espalda.
Por eso está ese sillón delante de la ventana redonda.
Una ventana que da al cielo estrellado. Un cielo que parece mágico.
Me siento horas y horas a observarlo mientras todos los demás duermen, cuando no pueden hacerme daño.
Y sueño.
Sueño con todo lo que puedo conseguir si esa ventana me absorviera hacia su cielo estrellado. Y en cierto modo lo hace. Me siento feliz y segura cuando miro a través de esa ventana.
Es una ventana mágica.
Ojalá nunca más volviera a hacerse de día.


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Siento teneros tan abandonadas...
Un beso!!