Despedida

Sentía como todo a mi alrededor se desmoronaba. Al fin había llegado el día al que había estado temiendo las últimas semanas. Ese día en el que pensaba acabaría mi vida tal y como la conocía y comenzaría mi destrucción.

Dejé que mi mente vagara unos meses atrás, hasta una mañana soleada en que pensé que podría llegar a vivir en el sol y pasear por las estrellas cuando anocheciera. Una mañana en que por fin la vida me había sonreído y había decidido que seríamos amigas.

Yo estaba sentada en un banco, mirando el río, tal y como hacía cada domingo. No tenía amigos ni tampoco los necesitaba a menos que fueran verdaderos. Toda la gente a mi alrededor me miraba con superioridad o, simplemente, me ignoraban. Sólo había una persona que había intentado acercarse a mí, pero que seguramente lo hacía por compasión y yo no necesitaba la compasión de nadie. Esa persona era el chico más popular de la clase. Un rubio de aspecto aniñado y de rostro increíblemente hermoso. Los demás compañeros de clase lo trataban como un héroe por hablar conmigo y, en ocasiones, como si fuese un voluntario que va a dar de comer a los pobres.

En ese preciso momento, me encontraba devorando una barrita dietética de esas que van recubiertas de chocolate que había cogido del armario a toda prisa antes de salir y una pelota de goma me golpeó en la cabeza. Es evidente que no me hizo daño, las pelotas de goma no hacen daño, pero a nadie le gusta que le den con una pelota en la cabeza.

Un perro llegó corriendo y la recogió para devolvérsela a su amo. ¿Qué clase de imbécil era el que entre tanto espacio le daba justo a una persona en la cabeza? Toda cabreada, me giré para reprender a aquel patoso y me quedé sin aire en mis pulmones. El autor era el rubio guapo que me hablaba en clase y, a juzgar por su sonrisa, el golpe no había sido ningún accidente.

-¿Se puede saber qué haces?- le espeté de malas maneras.

-Eres demasiado arisca. Así nunca harás amigos.

-Y a ti qué te importa.

-¿Qué haces aquí?- me preguntó ignorando mi réplica.

-Pues estar aquí. ¿Y tú?

-Pasear al perro.

-Ese perro es el de mi vecina. ¿Creías que no lo reconocería?

-Vale, me has pillado. Fui a tu casa a buscarte y me dijeron que siempre vienes aquí los domingos por la mañana. El chucho lo tomé prestado para disimular.

Vale, aquello me había descolocado por completo. ¿Para qué iría a buscarme tan temprano a mi casa una persona como él?

-¿Por qué?- fue lo único que pude articular.

Él se levantó del banco y se acercó a la orilla del río. Ni siquiera se volvió a girar. Simplemente se limitó a soltar lo que había ido a decir, sin ningún tipo de miramiento.

-Porque me gustas demasiado.

Ahora ese chico se encontraba ante mí. Tenía lágrimas en los ojos y el rostro angelical se había transformado en una máscara de dolor. Ambos estábamos en el andén, frente al tren que se lo llevaría de mi lado. Las piernas comenzaron a temblarme con violencia cuando sonó el último aviso para los viajeros. Mis dedos se agarraron fuertemente a su sudadera en un intento desesperado por detener la partida.

-Te quiero- me dijo mientras me besaba por última vez.

Un último apretón, un beso en la frente y, cuando quise darme cuenta, ya había una puerta de tren entre nosotros.

Era cierto que nos llamaríamos y que podríamos vernos durante las vacaciones, pero para eso todavía quedaba mucho tiempo. Y todo el mundo sabe que el tiempo es lo que mata las relaciones a distancia.

Ahora mismo no sabría si lo volvería a ver. Pero Dios era testigo de que jamás podría amar a nadie con la misma intensidad con la que le había amado a él. Al menos ese es el consuelo que me queda mientras corro al lado del tren y los veo alejarse por el horizonte.

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El relato ^^
No os lo había puesto antes, a pesar de que lo había dicho, porque no sabía que foto poner para acompañar y no encontraba ninguna que me gustara. Así que me la he hecho yo. ^^
Espero que os guste.
un beso!!
Mandy**

Gracias

Sí, sé que debería estar colgando el relato. Pero es que estuve buscando una imagen para acompañar y no me gustó ninguna. Así que este fin de semana me la haré yo y así hago alguna manipulación con el photoshop.

Además hoy me apetecía más hacer otra cosa. Y es que cuando leo vuestros comentarios mi corazón late con intensidad y una sonrisa ilumina mi rostro mientras lágrimas de felicidad lo surcan.

Si tengo que ser sincera, yo soy una chica con una confianza en sí misma nula. No importa la situación, no importa el motivo, cada día me levanto con miedo a lo que me voy a encontrar y con la absoluta certeza de que no superaré los retos que ese día se me hayan impuesto.

Yo creo que por eso comencé a leer. Cuando lees estás en un universo diferente. Vuelas hacia mundos lejanos. Y así este mundo no puede dañarte. Además, también creo que todo aquel que está tan enganchado a la lectura al final acaba deseando escribir sus propios libros.

Claro, yo pienso que no lo voy a conseguir, que lo que yo escribo sólo me va a gustar a mi. Eso hace que el alma se me caiga a los pies cada dos por tres y es que de verdad quiero ser escritora de novelas porque creo que va a ser lo único que seré capaz de hacer bien en mi vida.

Sé que soy patetica. Pero es como soy y hasta que no logre cambiar es con lo que tengo que convivir cada día. Por eso vuestros comentarios despiertan en mi esa alegría. Y sólo quería que lo supieras y daros las gracias por ellos y por el cariño que mostrais hacia mi persona.

Gracias...

**mandy**

Premios Páginas Escritas I

Hola a todos!!!!

Hoy me siento más feliz de lo que me he sentido en mucho tiempo. Y es que hoy he visto los resultados de los primeros premios Páginas Escritas (http://pescritas.blogspot.com/) y milagrosamente he quedado segunda. La verdad es que ni siquiera pensaba estar entre los tres primeros y por eso estoy llena de dicha. Hoy siento que algún día puedo ser una escritora. No lo haré tan mal, ¿no?

Darle las gracias a Kannay por aconsejarme en la elección del relato, pues tenía mis dudas entre dos y ella, tan maravillosa como siempre, me las disipó.

En día futuros colgaré el relato para que lo leais, pues hoy no me encuentro en mi ordenador y no lo tengo.

Gracias a todos por pasaros y gracias al blog de Páginas Escritas por darme esta agradable sorpresa.

Besos!!!

Mascletá

Son casi las dos del mediodía.

Se empiezan a escuchar silbidos por la multitud. Llevan ya mucho rato esperando. Hay que ir pronto para cojer un buen sitio, y la paciencia ya ha llegado a su limité.

El reloj del ayuntamiento comienza a sonar. Es hora de empezar.

La fallera mayor se acerca al micrófono y dá la orden de que comince el espectáculo.

Los petardos empiezan a estallar. Los oídos empiezan a doler. Pero eso todavía no es nada. Poco a poco se va acercando el momento cumbre. Notas como aceleran los estallidos hasta que cientos de ellos estallan a la vez y piensas que tus oidos no podrás soportarlo. La sangre hierve en tus venas, la adrenalina se multiplica y una sonrisa ilumina tu cara.

Todo ha acabado, pero todavía queda en el ambiente ese agradable olor a polvora que te hace pensar en fiesta, en lo que todavía está por venir en los próximos días.Ha sido terriblemente ruidoso, pero, al fin y al cabo, esta será una experiencia que no podrás olvidar.

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Sí, es lo mismo que he puesto en el fotolog. Para los que os paseis por allí.

Pero es que últimamente mi inspiración se me va toda por los concursos. Ahora que la necesito se resiste a venir y como yo lo quiero perfecto no paro de escribir historias. No quiero presentar cualquier cosa...

Sed felices!!

xxx

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